EJES PROGRAMÁTICOS


Indice:



IU-ICAM, solidaria con el proyecto que encarna Izquierda Unida, se presenta a los ciudadanos y ciudadanas de Castilla-La Mancha como un movimiento político y social cuyas propuestas y bases programáticas son el resultado de un trabajo colectivo imbricado en la sociedad, que ofrece desde planteamientos de izquierda alternativas tendentes a la transformación de la sociedad y en consecuencia a la superación de las desigualdades entere los hombres.

Estas propuesta y estas bases programáticas han ido conformando nuestros ejes para poner en práctica la "otra forma de hacer política" desde la honestidad, la ética y la coherencia que impulsa el quehacer cotidiano de esta fuerza política.

La V Asamblea Federal ha renovado su apuesta por los programas presentados a las elecciones Municipales y Autonómicas de 19956 y a las Generales de 1996 porque en estos momentos de avance de las posiciones neoliberales, a través del proceso de mundialización que en el caso europeo antepone los intereses monetaristas a los sociales, es imprescindible plantear ante la sociedad, la rotundidad y viabilidad de esas propuestas aplicadas al territorio castellano-manchego.

Un espacio como Castilla-La Mancha, en buena parte deprimido, donde las estructuras económicas han sufrido un proceso de deterioro que los diferentes gobiernos autonómicos no han sabido o no han querido detener, un territorio en el que las sucesivas modificaciones que ha habido en las diferentes OCM sólo han contribuido a hacer más difícil la situación en el mundo agrario que ya no es el principal empleador de la región, en la que la palabra Europa, despierta cuando menos la inquietud en numerosos colectivos sobre los que recae el peso injustificado de los constantes ajustes de la unión monetaria, región que ve aumentar día a día el proceso de tercialización del mercado de trabajo, que ve cómo el empleo industrial se reduce trimestre a trimestre, que ve cómo los jóvenes, los mayores de 45 años, las mujeres... engrosan las cifras de población activa y no ocupada, in espacio como Castilla-La Mancha, demanda, porque las necesita las propuestas de IU-ICAM.

IU-ICAM hace suyos los ejes programáticos definidos y aprobados en la V Asamblea y en función de una realidad regional considera como prioritarios para Castilla-La Mancha los siguientes:


Por una sociedad de pleno empleo: El reparto del trabajo

Necesidad de analizar y proponer una política regional por el empleo.

Es importante recordar que el territorio, es decir, la estructura territorial y urbana, es una relación social, al ser reflejo y materialización de procesos históricos, de la estructura económica y social.

Partiendo de la función social de la intervención pública en el territorio a través de la política regional y/u ordenación territorial, al ser encuentro de políticas económicas, sociales y territoriales, es posible detectar la estructura productiva, el mercado de trabajo y, por lo tanto, las potencialidades presentes en un territorio, así como aquellos eslabones del proceso producción-distribución presentes o ausentes en dicho espacio.

La política regional permite el análisis y el diseño de nuevas políticas y medidas para un desarrollo endógeno, es decir, es posible prever e implementar políticas específicas que aprovechen las potencialidades de la actual estructura económica, territorial y social.

Además, la política regional se corresponde con las propuestas de Izquierda Unida: por un "nuevo modelo de desarrollo económico, social y ecológicamente sostenible, equilibrado y democrático". El sistema democrático vigente se encuentra en una profunda crisis que afecta a sus instituciones básicas (Gobierno, Parlamento, Poder Judicial, Partidos Políticos, etc.) y que reduce los fines y valores de la democracia (libertad, igualdad, justicia, pluralismo, participación, etc.) y deslegitima el propio sistema frente al ciudadano.

La respuesta a este problema sólo puede darse en el marco de una democracia avanzada que manteniendo la centralidad de lo público, profundizase en los valores democráticos y en la restitución del control del poder político a los ciudadanos. En el desarrollo de nuestro modelo de "democracia participativa", un elemento imprescindible es el de la descentralización, "sólo aquellas funciones que no puedan ser realizadas más eficientemente en el nivel más bajo, pueden estar bajo la jurisdicción del nivel siguiente más alto", lo que implica la aplicación del principio de subsidiariedad, la descentralización política territorial, que en nuestro caso se plasma en la apuesta por un Estado Federal, el fortalecimiento del poder y las competencias de los municipios, ya que consideramos a éstos como el espacio idóneo para articular la democracia participativa, pudiendo acercar al ciudadano el conjunto de actividades y servicios que más, inciden en sus condiciones de vida.

Para poder hacer lo anterior necesitamos conocer la estructura productiva y el mercado de trabajo existentes en Castilla Mancha, tenemos que saber cuáles son los planes de estrategia regional, es decir, todos los instrumentos y materiales que nos puedan ayudar a analizar para conocer e incidir. También debemos conocer la interpretación y valoración de todos los agentes sociales, económicos y políticos del territorio y contar con su colaboración y participación para el desarrollo de nuevos instrumentos y estrategias.

Existe un desconocimiento de estrategias a aplicar en la región, en las provincias y municipios, los plantes son copiados de otros territorios y no están basados en el desarrollo específico y necesario para el ámbito en cuestión.

Por eso, que desde IU-ICAM debamos potenciar las políticas regionales y locales, aumentando la participación de los agentes sociales y económicos en los procesos de elaboración, evaluación, seguimiento y gestión.

Debemos apostar por el desarrollo competencial de nuestra Comunidad Autónoma y de nuestros ayuntamientos para integrar las políticas económicas, territoriales y medio ambientales.

Potenciar la descentralización y la participación de iniciativas públicas propuestas desde entidades sociales, sindicatos, asociaciones vecinales, etc., de modo que puedan proponerse, previa experimentación social, la emergencia de nuevos yacimientos de empleo que puedan tomar distintas formas, iniciativas locales de empleo, por ejemplo.

Las nuevas tecnologías ofrecen grandes posibilidades en el marco territorial y regional, y deben contemplarse en e marco del nuevo modelo propuesto.

La empresa pública, con su papel relevante de reindustrialización, industrialización, debe ir más lejos que simplemente ocupar sectores estratégicos, debe potenciar el desarrollo endógeno articulado a las pequeñas empresas, servicios, etc. Se deben articular subvenciones y ayudas a las empresas, sobre todo a las pequeñas y medianas, buscando objetivos más amplios que los estrictamente empresariales: limitación del volumen de empleo temporal, planificación empresarial, etc.

Potenciar las negociaciones colectivas. En éstas se podría destinar un 1 por 100 para la creación de empleo, para lo que serían las empresas públicas las primeras en aplicarlo.

Potenciar a nivel local todas aquellas costumbres de pequeños trabajos: bolsas de nuevas actividades, energías renovables, recogidas selectivas, etc.

Potenciar y crear en su caso los consejos económicos, ecológicos y sociales desde nuestra comunidad autónoma y desde nuestros ayuntamientos.

En general, y a partir de la planificación de una estrategia territorial-regional, determinar las líneas estratégicas para un nuevo modelo de desarrollo y creación-reparto del trabajo, en base a la infraestructura económica existente y las acciones para completar ciclos no desarticulados de producción y distribución.

El continuo aumento del paro en toda Europa ha obligado a que se convierta en un problema necesariamente a tratar en todos los foros de decisión política. Todos los sondeos, encuestas y declaraciones de responsables de todos los partidos políticos, sin excepción, consideran el paro como el problema que más preocupa a la sociedad en su conjunto.

Para descubrir las causas y situar adecuadamente la dimensión del fenómeno es inevitable utilizar datos y conceptos estadísticos que con cierta solvencia nos presenten el problema para, a partir de esa fría realidad, buscar las posibles soluciones.

Después de dos reformas del mercado laboral (1994, 1997), que según sus promotores iban a conseguir ponernos en el camino de la solución definitiva, el análisis que a tenor de los datos podemos hacer en Castilla-La Mancha es el siguiente:

- El desempleo de larga duración ha crecido. El paro entre 1-2 años ha pasado del 14,6% en 1992 al 19,3% en 1996, habiendo variado el paro de más de dos años del 23,5% en el año 1992 al 29% en 1996. Esto nos indica que el paro ha crecido más como resultado de una disminución de las salidas del paro que debido a un incremento de las entradas al mismo.

Las respuestas neoliberales al problema del paro en la Unión Europea y su concreción en España

El dogma neoliberal nos presenta la creación de empleo de la siguiente forma: sólo se crea empleo si existe voluntad por parte de los empresarios de invertir en puestos de trabajo y si están garantizadas mínimamente las condiciones para que esas inversiones redunden en incrementos de la tasa de ganancia. Para ello es necesario que la economía crezca; para lo cual es necesario que nuestras empresas sean competitivas y, por tanto, que se eliminen las rigideces laborales, fiscales, etc., y que haya ayudas a los empresarios, es decir, que las intervenciones y si acaso las rigideces se utilicen para el incremento de la tasa de ganancia del empresario y no de los trabajadores.

Se trata, sin duda, de un chantaje en toda regla: o se aceptan las reglas del juego neoliberal o el Estado que se atreva a infringirlas estás de antemano condenado a la fuga de capitales, de cerebros, al ostracismo y el boicot decretados por el concierto globalizador. Desgraciadamente uno de los motivos del avance de las posiciones de derechas y de su actual hegemonía en la construcción de la Unión Europea y de la gestión del proceso de globalización de la economía, es que dicho dogma neoliberal ha calado en buena parte de la izquierda.

Las propuestas por el empleo en nuestro país vendría de la mano de El Programa Plurianual de Empleo 1997-2000, consistente en una especie de catálogo de intenciones que recoge en un prolijo texto todas las medidas ya experimentadas desde hace largo tiempo, a título de inventario.

El PPRE trata de poner en marcha los cinco ámbitos propuestos por la U.E. en Essen. No ofrece nada nuevo para quien conoce las líneas de actuación de Essen perfectamente resumidos en la Declaración de la Cumbre de Dublín sobre empleo, de finales de 1996. Dicha resolución manifiesta que el empleo sigue siendo la primera prioridad de la U.E. y de los Estados Miembros, y que, pese a la profunda preocupación que siente por la lentitud de una evolución favorable al incremento del empleo, hay motivos para el optimismo, en función de los cambios de las variables macroeconómicas (inflación baja, consolidación fiscal, reducción de los tipos de interés, aumento de la confianza, y la rentabilidad de las inversiones).

Las propuestas del PPRE están contenidas en los siguientes cinco capítulos:

El PPRE ha sido redactado siguiente el guión de Essen, reinterpretado según las pautas de Dublín.

En este sentido cabe recordar, que el Consejo Europeo reafirma su compromiso con la estrategia integrada para el empleo desarrollado en Essen y que se resumiría en la siguiente afirmación: "el Consejo de Europa respalda a los Estados Miembros en sus esfuerzos en pro de la consolidación presupuestaria. No hay ninguna incompatibilidad entre las políticas macroeconómicas y presupuestarias aceptadas, por un lado, y un crecimiento fuerte y sostenible de la producción y del empleo, por otro".

Es bien consciente el Consejo de Europa al redactar esto, que si hay serias contradicciones entre las directrices macroeconómicas ortodoxas y la habilitación de política activas, que requieren inversiones importantes por parte del sector público o de las administraciones de los Estados miembros y que el débil presupuesto comunitario no es suficiente ni siquiera para coadyuvar a esas políticas. Confiar en una reestructuración selectiva del gasto público, así como en la eliminación de los costes de transacción y de los riesgos que suponen los tipos de cambios para el turismo, el comercio y la inversión entre los Estados miembros, como elementos determinantes de la sostenibilidad del empleo, es de una absoluta ingenuidad que se incrementa si se confía en el enfoque de corregir las deficiencias de los mercados laborales europeos hacia una mayor flexibilización y desregulación.

Tras lo dicho, se puede concluir que las propuestas del neoliberalismo son, de un lado, profundizar el marco desregulador (contrareforma laboral, fiscal, etc.), privatizador y liberalizador, y por otro reformar los sistemas de empleo en dos direcciones; una, en el sentido de recortar las políticas pasivas (cobertura al desempleo, prestaciones y ayudas al desempleado), a fin de liberar financiación para impulsar políticas activas para la creación de nuevos empleos, aunque éstos sean basura.

Respuestas presupuestarias del Gobierno Regional al problema del paro.

En Castilla-La Mancha, a pesar de contar con un gobierno del PSOE, las propuestas por el empleo siguen las reglas del juego establecidas en el ámbito europeo y español, es decir, se realizan políticas coherentes con los dogmas neoliberales. También el cuestionamiento y fracaso de esas fórmulas, como creadoras de empleo, son evidentes a tenor de los datos de nuestra región.

De esta manera, del análisis del contexto económico regional se deduce que aunque se ha producido en el año 1997 una elevado tasa de crecimiento del PIB regional, por encima de la media nacional, lo que ha permitido un recorte en el diferencial del PIB/habitante en relación a la media nacional, sin embargo la tasa de paro regional sólo ha sufrido una moderada reducción de la tasa de paro regional, situándose en 1997 en el 19% de los activos, mientras en 1996 era del 19,4%. Esto demuestra que el crecimiento económico sostenido como única solución a la creación de empleo es una fórmula insuficiente para la solución del desempleo.

Por otra parte, la mejor manera de conocer las respuestas más inmediatas del gobierno regional al problema del paro es estudiar los Presupuestos Regionales para 1998. De su interpretación se pueden sacar las siguientes conclusiones:

1ª. En primer lugar, hay que destacar, que de un presupuesto en torno a los 403.892.232 (miles de pesetas), los recursos dirigidos a la creación de empleo de forma directa alcanzan la cifra aproximada de 8.500 millones, distribuido entre el Plan Regional de Empleo, las líneas incentivadoras del empleo autónomo y asociado, el gasto en formación, los recursos dirigidos a la reinserción laboral de los discapacitados y los centros de información de empleo. Esta cantidad supone el 2,1% del total del presupuesto lo que nos da idea de la poca importancia que el gobierno regional le da a sus políticas directas de creación de empleo.

Sin embargo, siguiendo fielmente los postulados neoliberales, se reparten aproximadamente la misma cantidad, más de 8.000 millones de pesetas, a incentivos a la inversión privada, con más de 4.000 millones de pesetas, y al fomento de la empresa agroalimentaria para lo que se destinan más de 4.100 millones de pesetas. Por su parte, las empresas privadas recibirán, entre subvenciones corrientes y de capital, más de 154.000 millones de pesetas, lo que supone el 38,12% del total del presupuesto.

Es evidente, que confiar únicamente en la voluntad de los empresarios de invertir en puestos de trabajo no soluciona el desempleo, de hecho para el año 1998 como se ha dicho anteriormente, se destina cerca del 40% del presupuesto a ayudas y subvenciones a las empresas privadas, continuando con la misma política de años anteriores, y se ha contrastado que a pesar de ese esfuerzo presupuestario los índices de paro sólo descienden de manera poco importante.

2ª. En materia de Infraestructuras Básicas, a pesar del incremento del 9% respecto a 1997, con lo que se destinarán 32.000 millones de pesetas para financiar las política de infraestructura en carreteras e infraestructura hidráulica, es decir, un 7,9% aproximado del presupuesto, es una cantidad que no responde a las necesidades en infraestructuras que necesita la región y defrauda las potencialidades de creación de empleo que puede generar un desarrollo adecuado de este sector.

3ª. Tampoco parece prioritario el sector de la vivienda que proporcione una vivienda digna y en condiciones ventajosas a los ciudadanos más desfavorecidos y, al mismo tiempo, con mayores necesidades. En este sentido, el gasto de actuación en vivienda asciende a los 11.500 millones de pesetas, un 2,8% del presupuesto.

4ª. En cuanto al Gasto Social, un sector de gran importancia en la creación de nuevos puestos de trabajo, el gobierno regional dedica a programas de gasto que tienen como principales beneficiarios a los mayores 1.732 millones de pesetas, el 0,42%, mientras que los programes que tienen por beneficiarios a los discapacitados ascienden a 2.234 millones de pesetas, un 0,55% del total del presupuesto. Lo que demuestra la falta de sensibilidad y apuesta por los servicios de proximidad y mejora de las condiciones de vida de esos importantes sectores de la sociedad.

5ª. En relación a las Corporaciones Locales de la Región hay que subrayar que las dotaciones presupuestarias ascienden a 67.820.950 (miles de pesetas), lo que supone un 16,79% del presupuesto. Datos que indican la falta de voluntad de descentralizar y fortalecer las competencias de las corporaciones locales.

6ª. Finalmente, hay que referirse a los recursos destinados a financiar las políticas de protección del medio ambiente, que ascienden en este presupuesto a 11.813 millones de pesetas, el 2,9% del presupuesto, cantidad absolutamente insuficiente, incapaz de afrontar con garantías la lucha contra la erosión y la conservación de suelos agrícolas y contra los incendios.

La conclusión que se obtiene de lo anteriormente señalado es la falta de diferencias en política prespuestaria del Gobierno Regional del PSOE respecto a las políticas presupuestarias del Gobierno de España o de Comunidades Autónomas gobernadas por el PP, es decir, el seguimiento más escrupuloso de las directrices que marcan las recetas neoliberales, puestas en funcionamiento en Europa y en España. No existe ninguna apuesta seria y decidida o novedosa respecto a políticas activas y búsqueda de sectores emergentes, ni fórmulas de reparto del trabajo, ni fórmulas complementarias a las ya existentes y de las que conocemos su fracaso.

Cuestionamiento de la propuestas neoliberales.

Dejar de las manos invisibles del mercado la creación de empleo, fundar toda la política económica en el crecimiento sostenido, que lo demás (el empleo, el bienestar, etc.) se dará por añadidura, se ha visto desmentido por la cruda realidad del crecimiento del paro. También se ha desmontado con el paso del tiempo y de las experiencias fracasadas otro dogma: la política de los años 80, que continúa tozuda en los 90, de desregular y flexibilizar sin pretexto de crear más empleo. El fracaso ya anunciado de las reformas del mercado de trabajo en el sentido de desproteger tanto la entrada como la permanencia y la salida de las relaciones laborales no ha creado empleo. Todo lo más, lo ha precarizado.

Por ello, cuando el PPRE afirma que "la convergencia crea empleo", no sólo realiza un acto de fe en el mercado a todas luces insostenible, sino una irresponsabilidad política de envergadura, pues si para otros países esa afirmación pudiera desde algunas ópticas ser una hipótesis más o menos cuestionable, para España, que ya ha probado la reforma desreguladora de 1994 en sus carnes, es una cruel obstinación.

Ya lo había anunciado en 1990 el informe Segura, que decía que no es posible modificar el volumen del empleo total que es capaz de generar una economía a medio y largo plazo mediante el cambio en las modalidades de contratación o abaratando el despido. Pero no se le hizo caso, siendo así que para entonces ya se había flexibilizado bastante, sobre todo la contratación, que era a la carta desde 1984. Se prefirió seguir dócilmente el dogma sin atender a la razón de la práctica. Poco más tarde, en el informe Desregulación y Empleo, elaborado por expertos de la Dirección General de Empleo de la Comisión Europea, se concluyen que el amplio proceso de desregulación y flexibilización laboral que se ha producido en Europa no ha provocado ninguna mejora en la creación de empleo y sólo ha servido para incrementar rápidamente las desigualdades sociales. Las desigualdades han dividido a la sociedad en dos: los que tienen trabajo fijo y los que no lo tienen o lo tienen precario, segmentando a esas dos categorías esenciales en multitud de subgrupos.

Esa actitud de seguimiento a ultranza de las recetas neoliberales ha generado que España tenga el doble de paro que la media europea, el triple de precariedad, trabajo para menos del 50% de los ciudadanos en edad de trabajar, más flexibilidad que nadie y un 20% de la población por debajo del umbral de la pobreza.

En aras del crecimiento económico sostenido como única solución a la creación de empleo, se justifican medidas impopulares, agresiones a las condiciones laborales de los trabajadores, repartos regresivos de la renta nacional, recortes de las prestaciones sociales, mientras se hace de forma simultánea abstracción de la destrucción natural de los costes externos de la contaminación, en definitiva, de los malos efectos del actual modelo de crecimiento económico. Modelo que arroja unas cifras que nos muestran su invalidez para obtener un crecimiento y empleo sostenibles; baste con ver las divergencia existente a lo largo de los últimos años entre crecimiento económico y sostenido y empleo, es decir, se ha atravesado un período intenso y sostenido de crecimiento económico y el desempleo ha aumentado.

En España, y aunque el ritmo de la actividad de los últimos meses sea más sostenido que el de la mayoría de las economías europeas, la situación descrita ha generado inseguridad. Así, y tal como se desprende de los últimos datos facilitados por el Banco de España referentes a 1996 como al primer semestre de 1997, la situación económica española se ha caracterizado en este período de tiempo por una lentitud en la recuperación del consumo, incluso en plena fase alcista del ciclo económico. Pese a la interesada propaganda oficial, se sigue produciendo una moderación en el crecimiento de los salarios y un recorte importante en el déficit de caja del Estado. Es decir, no han producido otros efectos que frenar el consumo, la demanda interna y la reactivación económica, y la generación de empleo estable de calidad.

Pero ha resultado que la aplicación de la reforma laboral que se prometía crear más empleo, como la de 1994, ha producido que la productividad haya descendido (mientras hasta 1994 se mantenía en torno al 3%, en 1995 baja al 0,1% y en 1996 al 1%), pues la excesiva precariedad y rotación del mercado laboral (sólo el 4% de los 8 millones de contratos han sido fijos) genera un mercado laboral desincentivado, que no favorece ni a los grandes empresarios, a los que pretendía facilitar la competitividad por la vía de la reducción de costes laborales. Esta reforma se ha pasado. Y por si fuera poco, esta precariedad ha generado un debilitamiento del consumo, que también se ha mostrado inconveniente para el propio crecimiento económico. Esta y no otra ha sido la motivación de la CEOE para convenir en reformar en 1997 algunos aspectos de la reforma de 1994 "hacia mejor", a cambio de obtener un abaratamiento del despido y una consolidación de la reforma de 1994 por la vía del consenso social, es decir, de la firma de los sindicatos mayoritarios.

Por todo ello, en una sociedad donde se condena a una parte sustancial de la misma al paro, la precariedad (sólo 4 de cada 100 contratos de trabajo sellados en el INEM durante 1995 y 1996 han sido de carácter indefinido y el resto, temporales y parciales) y la exclusión (8 millones de personas son pobres en nuestro país, son contar vagabundos y sin techo) y donde la otra parte de la población realiza agotadoras jornadas laborales, es preciso proponer un debate a la sociedad, que sirva para poner en marcha una serie de nuevas propuestas.

Nuestras propuestas alternativas de creación de empleo: El reparto del tiempo de trabajo.

Frente a la estretegia de crear empleo, aunque sea basura, consintiendo en la precarización del mercado de trabajo como única salida y de la desregulación o pérdida de los derechos sociales tan duramente conquistados por los trabajadores y por las democracias sociales, no existe la nada, como pretenden los dogmáticos de la economía ortodoxa, del neoliberalismo. La alternativa es adoptar una estrategia de crear empleo con derechos y repartir el trabajo. Estrategia que implica múltiples aspectos de la política económica y social, pero que en términos generales deberían realizarse sobre los siguientes ejes:

Hacen falta propuestas como el reparto y la reorganización del tiempo de trabajo y de la jornada laboral, del reparto de las mejoras de la productividad obtenidas por los cambios tecnológicos y las nuevas formas de reorganización industrial, de la sustitución del trabajo por ocio y de la potenciación de servicios e industrias ligados a éste último. Se trata de liberarse del trabajo no sólo en aras de obtener más empleos, más estables y mejor retribuidos (lo cual no es poco), sino también de ir acercando lo que para Karl Polanyi es la esencia del socialismo: la subordinación de las actividades económicas a fines y valores sociales, la subordinación de la racionalidad económica a los fines sociales. Como dice Benjamin Hunnicutt: en el futuro la izquierda se distinguirá fundamentalmente de la derecha por los objetivos emancipadores hacia los cuales trata de encauzar el campo técnico (...), por su voluntad de aplicar los ahorros en tiempo de trabajo a fines sociales y culturales, que devuelvan los objetivos económicos al segundo plano.

Y para ello hacen falta propuestas que centren la atención en encontrar sectores emergentes que pueden producir aumentos sustanciales de empleo, como por ejemplo: el medio ambiente, con la gestión de residuos, de las aguas y bosques; realizando una reconversión ecológica de la industria y otras actividades productivas; la investigación, potenciación y utilización de energías renovables y limpias; el sector de bienestar social o el trabajo socialmente útil.

Propuestas que mejoren la eficiencia del sistema productivo y de los trabajadores a través de la formación, de la calidad, de la investigación y desarrollo.

Propuestas que faciliten rápidamente la creación de puestos de trabajo, como la eliminación de las horas extraordinarias; la reducción de la jornada laboral sin que suponga poder adquisitivo, repartiéndose para ello de forma más equitativa los incrementos de productividad; la creación de fondos de inversión dentro de las empresas para la generación de empleo estable; fomentando y ayudando a las explotaciones familiares agrarias, cooperativas, sociedades laborales y a las empresas de economía solidaria y alternativa.

En definitiva, propuestas que es absolutamente imprescindible plantearse y que necesitan de la participación y del diálogo de todas las fuerzas políticas y agentes sociales, para que la sociedad en su conjunto vuelva a tener el clima de confianza que posibilite aumentar la calidad de vida y eliminar la precariedad actual, generando empleo suficiente, estable y de calidad.
 

Propuestas alternativas de empleo para Castilla-La Mancha

Política activas y búsqueda de sectores emergentes.

1º. Plan de activación de las políticas activas de empleo desde las Administraciones regional, provincial y local. En este sentido:

1º. Mobiliario urbano

2º. Viveristas

3º. Jardinería.

4º. Canteros.

4º. Vidrio (Valdepeñas).

5º. Invernaderos y flores.

 

2º. Potenciación de los sectores del medioambiente, del bienestar social, del ocio y la cultura o del trabajo socialmente útil:

1º. Protección del medioambiente:

 

3º. Fomentar las Infraestructuras nuevas y mejorar las existentes. Ampliar los Planes de Vivienda (de VPO) y consolidar un patrimonio público de viviendas en alquiler, para jóvenes y adultos con ingresos inferiores a 2,5 veces el S.M.I.

1º. Construcción de autovías regionales que articulen adecuadamente el territorio y que enlacen con las autovías estatales.

2º. Mejora de las carreteras comarcales, locales y de los caminos vecinales.

3º. Reconstrucción de lugares con valor cultural. Arqueología Industrial (ej. Minas de Puertollano y Almadén).

4º. Creación de la Empresa Regional de la Vivienda y de Empresas Municipales de la Vivienda.

4º. La Agricultura y la Ganadería continúan teniendo un importante peso en la economía de Castilla-La Mancha. No obstante, el volumen de ocupación no va acompañado de niveles de rentabilidad adecuados. Se hace necesario reorientar la agricultura y la ganadería buscando una mayor integración con el medio natural y por ende una producción más competitiva por su calidad medioambiental. En este sentido se debe apostar por:

1º. Una agricultura biológica y ecológica.

2º. Recuperación de la Ganadería Autóctona (vaca retinta, cerdo ibérico, oveja merina...).

3º. Potenciar las denominaciones de origen de los productos de determinadas comarcas (Valle de Alcudia, zona de los Montes, ...).

4º. Formación en la manufacturación de productos agrícolas y ganaderos: queseros, apicultores, cultivadores de corcho, perfumes, aceites. Creación de cooperativas dedicadas a la transformación de los productos agrarios y ganaderos.

5º. Promover la constitución de cooperativas que se dediquen a la comercialización y marketing, así como la distribución y venta de los productos agrícolas y ganaderos, para lo que será importante una previa formación.

El tema del reparto del trabajo debe pasar del plano del debate teórico al de la política práctica. Y para ello, nada como proponer un catálogo de medidas que puedan ser referencia de políticas concretas en función de circunstancias y del consenso necesario para llevarlas a cabo.

Lo importante es adoptar medidas de reparto del trabajo y de reducción de la jornada laboral, conforme a las posibilidades y exigencias de las nuevas condiciones de la producción, que requieren mucha menos mano de obra para producir cada vez más (hoy se requieren sólo 25 trabajadores para producir lo mismo que en 1960 producían 100), traduciendo los incrementos de productividad en reducción de jornada: 35 horas semanales hacia la propuesta de la CES de 32 horas; nuevo tratamiento de las horas extraordinarias, del pluriempleo y de los descansos voluntarios; disminución de la edad de jubilación, contrato de solidaridad. En concreto: