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IZQUIERDA UNIDA DE CASTILLA LA MANCHA |
Día
25 de Noviembre: DESTERREMOS LA VIOLENCIA DE NUESTRAS VIDAS Es
contradictorio celebrar que la humanidad ha entrado en el siglo de los
avances, de la técnica, de la investigación,... y observar que la
violencia de género sigue existiendo. Tal vez las apariencias de
modernidad justifiquen los
vítores políticos y económicos, pero la realidad es otra. Una
sociedad no puede declararse avanzada mientras el respeto, la equidad y
la libertad no formen parte de la vida de los hombres y las mujeres que
la conforman. Nuestra sociedad sólo será digna, si los derechos de las
mujeres son reconocidos e instaurados como forma de vida. En
este 25 de Noviembre tenemos que seguir denunciando la violencia de la
que somos objeto las mujeres en multitud de ámbitos y de forma especial
la que muchas mujeres sufren en su entorno más cotidiano. En
el Estado Español, las cifras se disparan cuando analizamos la
violencia que las mujeres padecen diariamente a manos de sus maridos, ex-maridos,
novios, compañeros,... por aquellos que se sienten dueños o poseedores
de derechos sobre la mujer con la que comparte o ha compartido
vida. Y
esta sociedad y las instituciones políticas que la representan, tienen
la responsabilidad de tomar cartas en el asunto. No podemos dejar en la
indefensión a las mujeres que son objeto de violencia, ni permitir que
esa falta de actuación concluya en desenlaces aún más dramáticos: más
de .... mujeres han muerto ya en el año 2001, muchas más han sido
gravemente heridas, y aún más viven bajo el terror de sentirse “la
próxima”. Las
mujeres llevamos demandando, desde hace ya demasiado tiempo, soluciones
reales. Éstas pasan porque los gobiernos, desde cualquier instancia de
poder, adopten medidas políticas encaminadas a potenciar nuestra
libertad, a garantizar nuestra seguridad, a sancionar todo tipo de
discriminaciones, a favorecer todos los cauces para nuestra participación
y a difundir valores igualitarios, que conformen hombres y mujeres
libres, personas respetuosas con el resto de la sociedad y con lo
diferente, y capaces de superar los conflictos a través del diálogo y
no con la violencia. Pero
en una sociedad donde aprendemos que la posesión, la fuerza y la guerra
son más eficaces y certeras que el diálogo, la solidaridad o el
respeto, difícilmente se puede desterrar la violencia y esperar que la
autoridades políticas y judiciales se tomen en serio su erradicación. En este 25 de noviembre tenemos que lamentar doblemente el triunfo de la violencia sobre el diálogo, de la fuerza sobre la razón. Tenemos que convivir con la “normalidad” que supone ya en nuestras vidas la Guerra, la ejercida por esta sociedad hipócritamente democrática. Tenemos que soportar que, además, se nos utilice a las mujeres; los medios de comunicación nos invaden con la situación de las mujeres afganas, como si fuera algo reciente, como si fuera uno de los motivos de los bombardeos, intentando hacernos creer que después de esas bombas y de esa destrucción, se va a construir una vida digna para las mujeres afganas. Pero nunca la invasión bélica, desemboca en el desarrollo de los derechos de un pueblo, ni mucho menos en los de las mujeres. Las mujeres del estado español seguimos solidarizándonos con las mujeres afganas y como ellas exigimos que cese la violencia, que termine las guerra. Con estos patrones la sociedad no puede avanzar hacia un estado igualitario y libre, con estas actuaciones no es posible desterrar la violencia ni de nuestras vidas ni de la sociedad. Lo
que las mujeres necesitamos que se invadan son nuestras vidas, de punta
a punta del mundo, pero de respeto, no de desolación. Las mujeres
tenemos derecho a vivir en paz, cómo y con quién deseemos. Necesitamos
que de una vez por todas comencemos una nueva era en la que la violencia
esté desterrada de nuestras vidas. |